viernes, 29 de junio de 2007

Jordania



Jordania - La ciudad rosada de Petra y el baño en el Mar Muerto

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Partimos de Egipto, desde Sharm el Sheik hacia Nuweiba en bus, donde tomamos un ferry hacia Aqaba en Jordania, el día 29 de junio de 2007. Llegamos a Jordania a las 18 hs luego de varias horas de viaje, allí esperamos un buen rato las valijas y nos esperaban unos buses que nos llevaron directamente a un campamento beduino en el desierto. En el camino el guía nos contó una breve reseña del país, haciendo énfasis en lo tranquilo y seguro que era para el turismo. A los pocos minutos de entrados en el desierto, empezó la acción. Una camioneta toyota empezó a encerrar al bus en varias oportunidades, hasta que se le tiró adelante e hizo que se detuviera. Allí en el medio del desierto y en el medio de la noche, el conductor y el guía comenzaron a discutir con el tipo de la camioneta y de repente apareció otra camioneta (de la nada) que nos encierra por el otro lado y bajan dos tipos más. En ese momento se le meten en la camioneta del primero y éste acelera arrastrando a uno de estos como media cuadra. El hombre queda tirado en el piso, ensangrentado y medio lastimado. Allí todos pegados contra el vidrio, una con ataque de pánico escondida bajo el asiento, todos por más que disimulabamos con chistes malos, el cuiqui que teníamos era más que evidente. Encima nadie nos decía nada, por lo cual a los 10 minutos que paso todo, nuestra imaginación voló por todos lados. Nunca supimos que paso, nos dijieron que el primero era un borracho y que los otros eran guardias civiles del desierto…pero nunca nos cerró esa historia. Luego de tanta adrenalina, llegamos al campamento, en donde cenamos comida típica y nos fuimos a dormir a unas tiendas con catres. Al día siguiente nos levantaron a las 05:30 am para ver el amanecer, pero como los guías se atrasaron, no lo vimos. Igual nos pasearon por el desierto, un rato. Es un desierto árido, que está…desierto. Luego nos fuimos en bus, a la cuidad rosada de Petra. Allí cantando la música de Indiana Jones, la película La última cruzada, a caballo primero y a pie después (metiendo mucha, pero mucha pata) recorrimos entre los impresionantes riscos que esconden la ciudad, con mucho calor, sed, cansancio, y al rayo del sol en la mayoría de los tramos llegamos recorriendo todas las vueltitas, a la ciudad rosada y pérdida de Petra. Fue una emoción estar paraditos enfrente de tal tumba, cuando ya no dabamos más de caminar, se asomó entre los riscos y allí nos sorprendió y seguimos caminando. Recorrimos en ella las estructuras más importantes como la fachada de la gran tumba ( que es la que aparece en la película), el teatro romano, entre otras estructuras. A la vuelta…intentamos consultar y regatear precios, de carros, camellos, y burros…pero eran carísimos, no bajaban de 20 dólares los 3 km!!! Así que se imaginan que volvimos un poquito caminando y otro poquitito a pie…. Y cuando salimos que lindo que es ahorrarse 500 mangos!!! Pero había que caminar hasta el hotel, así que otro kilómetro más en subia, y falto acotar que este paseo se hizo al mediodía, por lo cual, fue más emocionante, cuando vean las fotos, primero ponganse en ambiente a 50 grados centigrados. En la noche, salimos a recorrer la ciudad nueva, llegamos a tres cuadras a buscar comida, todo era más caro que Uruguay, pero teníamos que comer algo, así que fue shish kebab y pasta, mmm que rico, después de tanto tiempo! Al día siguiente, tempranito cuando canta el gallo, partimos de Petra hacia las costas del mar muerto, para experimentar la clásica sensación de flotar en el agua. Luego de recorrer varios kilómetros llegamos al mar muerto, el cual se encuentra en el punto más bajo del mundo a unos 400 metros por debajo del nivel de los mares, siendo también este el mar más salado del mundo, el cual se sigue evaporando a un metro por año. Le contaremos la verdadera historia del clásico baño en el mar muerto, uno entra copado, pronto con la revista a sacarse la fotito clásica leyendo el diario, pero nadie nos dijo que el agua era tan espesa, como aceitosa, salada como ella sola, y que si tenías lastimaduras en algún lado ( sea el lugar que sea!), o sino sabías que las tenías, te arden tanto que empezas a saltar y no aguantas más de 15 minutos en el agua. Ahora vamos a la descripción clásica, es una experiencia única, muy difícil de describir, apenas te soltas haces la plancha solito ( apto para todos aquellos que nunca les salió), y encima de todo, tenés que cuidar de que no te entre agua en los ojos ni en la boca, porque estás frito. Luego de las clásicas fotos en el mismo, y una buena ducha para intentar quitar la sal que te queda impregnada ( se nos estropearon varias ropas), partimos rumbo a la frontera con Israel. En general Jordania es un país caro, limpio, ordenado, musulman, y para venir una vez sola en la vida, Petra y el Mar Muerto nos gustaron pero hubieron muchos tiempos muertos que después lo lamentaríamos en Israel.

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