lunes, 2 de julio de 2007

Israel y Palestina

Tierra Santa - Israel y Palestina


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Luego del breve baño en el norte del Mar Muerto, cruzamos el puente de Hussein hacia el estado de Israel. Si bien no fue muy complicado por migración y aduana, no nos revisaron nada, si nos hicieron varias preguntas, sobre todo a Virginia, nombre del padre, del abuelo y por las dudas religión, por supuesto de que países árabes veníamos y a donde ibamos luego. Del otro lado, nos esperaban desde hacia varias horas, dos buses de la agencia israelita que nos acompañaría en la excursión. Debido a la hora en la que entramos, las 17:00 hs, tuvimos que suspender el paseo previsto para aquella tarde a Massada para ir a Jerusalem. Ya sentirse en Tierra Santa, se te erizaba la piel, más aún fue la emoción que se volvió indescriptible, el hecho de parar en un monte, justo enfrente al Monte de los Olivos, donde se podía ver Getsemaní, lleno de árboles de olivo, y donde el corazón estalló de jubiló al ver la explanada del templo a lo lejos, las murallas, el domo de la roca, la Iglesia del Santo Sepulcro, y cuantas cosas más, se puedan venir a la mente. Tan solo respirar allí, era sentirse más cerquita de Dios, el aire es diferente, hay una mística que embellece más aún el lugar. Allí realizamos la bendición del pan y el vino, leyendo los guías la Torá. Luego y con mucha emoción, emprendimos el camino al hotel, fascinados con tanta belleza y paz que transmite la ciudad de Zion. Allí luego de dejar las cosas en la habitación, por primera vez con el polar del gv puesto, emprendimos a las 20:00 hs junto con otros compañeros una caminata para conocer Jerusalem, por lo menos los alrededores del hotel. Así comenzamos a caminar hacia lo que nos indicaron como el centro nocturno de Jerusalem, caminando entre comercios bien prolijos, también era curioso circular entre unas calles con tanta carga espiritual, con pobladores vestidos de manera típica, y con casi todos los comercios cerrados. Andabamos con mucho cuidado por la calle ya que nos dijeron que no nos movieramos mucho, pero estabamos ahí, y no podiamos dejar de por lo menos darle un vistazo a la ciudad. La cuidad es cara, y el poder adquisitivo es el triple de Uruguay, por lo cual comer un poco de carne con papas fritas nos costo carisimo, pero hace mucho que no nos dabamos un gusto, claro que fue un solo plato compartido entre los dos. Luego de la recorrida nocturna, heladito de por medio, volvimos a la media noche al hotel a descansar para el gran dia de mañana. Dormimos unas pocas horas, desayunamos cuando apenas salio el sol y a eso de las 07.00 hs salimos a cumplir con el itinerario de dos dias en uno solo. No logramos despertarnos cuando de pronto nos llevaron a una de las puertas de la muralla antigua de Jerusalén, fue increíble cruzar su puerta y caminar por las calles de la antigua Zion. Vale decir que no daba el tiempo para nada porque nos llevaban como trompada, igualmente tratamos de sacar algunas pocas fotos y asimilar lo que nos estaba pasando.


Llegamos a estar en los lugares mas Santos de todo el mundo.. y de repente, en la segunda estación de la Vía Dolorosa, de la Vía Crucis, en uno de los Conventos de los Franciscanos, desde allí nos mostraron la primera estación que queda dentro de un colegio musulman. En el convento estuvimos en dos capillas en donde se recuerda en una de ellas la flagelación. Seguimos nuestro recorrido por la Vía Dolorosa en forma rápida, no de la manera en la cual nos hubiera gustado vivirla, pero si Dios quiere volveremos a Jerusalén, en nuestro camino llegamos a la tercera estación, para sorpresa nuestra y de todos, donde quedaba,.., quedaba en una de las Iglesias Armenias en Tierra Santa, fue muy emocionante para los dos vivir esta experiencia, por lo cual fuimos los únicos en tomarnos un par de minutos para entrar y conocer ese Templo milenario. Seguimos nuestro camino rápidamente por la cuarta, quinta y octava estación, y nos llevaron directamente a el lugar donde se encuentran las ultimas cuatro estaciones (X-XIV), la Iglesia del Santo Sepulcro. Uy, que emoción ver la piedra en donde dejaron el cuerpo de Cristo, en donde sortearon sus vestiduras, en donde lo sepultaron, entramos en ese mismo lugar, un lugar muy estrecho y cargado con tanta espiritualidad. Cabe mencionar que el lugar del Santo Sepulcro es Santo para todas las Iglesias Cristianas y es resguardado por la Iglesia Ortodoxa Griega, la Iglesia Apostólica Armenia y la Iglesia Católica Apostólica Romana. Las tres comparten lugares en el mismo templo como en casi todos los lugares santos para los Cristianos, (también algunos para los Judíos y Musulmanes). Fue muy lindo cuando nos comunicamos con un saludo de Pascuas Armenio con uno de los curas Armenios del lugar. Luego de haber estado con la adrenalina de vivir la Vía Crucis, aunque en fragmentos y de forma rápida, caminamos por uno de los callejones de la cuidad, y sin pensarlo, y sin caer de nuestro asombro, en frente a nosotros, de repente, El Muro de los Lamentos, si no caíamos de nuestro asombro, Jerusalén nos dejaba sin aliento a cada instante, frente a frente con los restos de las murallas del segundo Templo de Zion, si en Tierra Santa, sobre los lugares mas Santos, tener la vista de la explanada de donde una vez estuvieron los templos de Jerusalén, en donde se posó el arca de la primera alianza, en donde cristo predico, oró, purificó, en fin.. en el corazón del mundo. Es demasiado para unos humildes creyentes vivir tantas experiencias en tan poco tiempo, es muy difícil pasar por el Sinai, visitar tierra santa, sin que la piel se te erice, el corazón te lata mas rápido, la mente vuele y el alma se llene de gozo. Claro que tocamos el muro y oramos frente a él. Sin lugar a dudas Zelmar lo hizo con el Quipá. Fue muy fácil pasar desapercibidos entre tanta gente, las mujeres y los hombres oran por separado en el muro. A la salida del mismo, recogimos unos ramitos de olivo, esta lleno de árboles por todos lados, y sacamos varias fotos panorámicas de la ciudad ya que era nuestra despedida y hasta pronto de la misma. Todo esto fue muy rápido debido a que el tiempo apremiaba, y debíamos ir en bus a Belén. Todo lo que habíamos conocido en el Estado de Israel y ahora debíamos pasar frontera por uno de los famosos muros divisorios para llegar a Belén en el futuro estado de Palestina. Hace poco tiempo la ciudad de Belén pasó a manos de la autoridad palestina por lo cual es necesario realizar trámites y controles para pasar de una parte a otra de la ciudad, y los judíos no entran a Belén. Por ejemplo el chofer de nuestro bus al ser palestino pudo pasar, pero el chofer del otro bus al ser judío, fue necesario que todo el grupo cambiara de bus para entrar, dado que el no podía. También cambiamos de guía, porque los servicios de excursión son brindados por palestinos, entonces nuestro guía nos espero a las puertas de la ciudad. Al llegar a Belén nos dirigimos a la Iglesia de la Natividad, en donde nació Jesús, mejor dicho en el lugar donde nació Jesucristo construyeron una de las mas antiguas iglesias del mundo, custodiada por los Armenios, Católicos y Griegos. Allí estaban terminando la misa, y pudimos entrar a ver en lugar del nacimiento.


En la parte Armenia estaba restringida la entrada por el cuidado de las reliquias por lo cual la única persona autorizada y que pudo entrar del centenar de personas, fue Virginia, la cual se sintió como en casa. Luego de realizar unas compritas fuera de la Iglesia, nos dirigimos a la frontera nuevamente, allí pasaron a revisar nuestros pasaportes y luego de un ratito, salimos del territorio palestino para continuar nuestro paseo. De allí en adelante, tomamos la ruta durante dos horas hacia Massada, allí estaba la última fortificación de los judíos en la lucha contra los romanos, frente al Mar Muerto, con unas vistas espectaculares y una influencia romana impresionante en su construcción, tenían baños de vapor, piscinas de agua fría y agua caliente en el medio del desierto, sistema irrigación de agua desde el otro lado de las montañas muy futurista e innovador y grandes fortificaciones. Esta ciudad se encuentra en la cima de una colina de 400 metros, por lo cual subimos y bajamos por cable carril, ya que esta alto y las vistas desde el teleférico eran espectaculares. En la ciudad estaba uno de los palacios de Herodes, almacenes, una sinagoga, vista panorámica del campo romano. Luego de 3 horas de viaje llegamos a la ciudad de Tel Aviv, la ciudad comercial y financiera de Israel, no la capital que es Jerusalem. Llegamos al hotel y descansamos para arrancar muy temprano a la mañana siguiente. Nos levantamos desayunamos y salimos hacia el norte para visitar Cesarea, uno de los puertos construidos por Herodes sobre el mar Mediterráneo, que luego fue capital de la provincia romana de Judea. Allí vimos otro palacio de Herodes, en el que se dice que pasaba más tiempo, un teatro romano, un hipódromo, la única piedra que menciona a Poncio Pilatos, y por último mojamos nuestros pies, por primera vez, en el mar Mediterráneo. Un color impresionante, turquesa, verde, celeste, de todos los colores. Continuamos camino a Haifa, en donde nos detuvimos en un monasterio franciscano, en el monte Carmelo, Iglesia Stella Maris, de donde surgieron las carmelitas. Allí es donde se conmemora la prueba de fé del profeta Elías frente al pueblo judío contra los 450 profetas paganos. Nos llevamos muy buenos recuerdos de ese lugar. Luego tuvimos una vista panorámica de los jardines Bahai y del pueblo de Haifa. Los jardines son de una secta religiosa que le gusta mucho lo científico, eso lo reflejan por ejemplo en la simetría de los jardines.


Continuamos nuestro camino, visitando brevemente un Kibbutz, los cuales comenzaron siendo comunidades de propiedad colectiva donde todo era del kibbutz, todos trabajaban para el bienestar común. Hoy en día, solo quedan 2 kibbutz tradicionales, el resto se han privatizado, la secretaría del kibbutz ha alquilado los campos a empresas, todo es individual y no colectivo. De ahí continuamos hacia Nazareth, a la Iglesia de la Anunciación, en donde se encontraba la casa de la familia de Jesús, en donde el ángel Gabriel le anunció a Virgen María, que iba a tener un niño… La Basílica se encuentra dividida en dos, la parte de abajo es la Iglesia de Santa María y la de arriba es la de San José. Allí en los patios posteriores se encuentran la Virgen Patrona de diferentes países, entre ellos está la de los 33 de Uruguay. Luego regresamos a Tel Aviv a descansar. Al día siguiente, 4 de julio, realizamos un brevísimo city tour por Tel Aviv y la ciudad de Jaffa, en donde cuenta la Biblia que estuvo San Pedro, por eso sacamos fotos en la Iglesia que lleva su nombre. Así continuamos rumbo al aeropuerto en donde a media mañana partíamos de Tierra Santa.


Comentario resumen: Estos 3 días vividos en una Tierra, Santa para muchos de nosotros, con divisiones políticas para otros, fue un regalo divino, el cual esperamos poder repetir, sería uno de esos lugares donde sí o sí anhelamos regresar. Cabe destacar que el recorrido y contacto con los pueblos locales fue tranquilo por todos los lugares visitados. Se recomienda venir con por lo menos una semana de tiempo para lograr maximizar todo lo que hay para conocer.

1 comentario:

Martin R. dijo...

GRACIAS ZELMAR POR AYUDARNOS A COMPRENDER MUCHAS COSAS DE LAS QUE VIMOS Y VIMOS POR ESOTS LUGARES, LA VERDAD QUE SOS UN CAPO Y LOS QUEREMOS MUCHO

BESO GRANDE
FER Y TIN